Me apetecía hacer una entrevista con mi amigo Enrique Clúa. Los astros se pusieron de costado y fue imposible. A las 8 de la mañana recibía un WhatsApp de la esposa de Enrique comunicándome que estaba ingresado en un hospital. Unos días después fue operado de una patología benigna biliar y hemos decidido no dilatar más el gozo de poder charlar juntos. Hoy a las 17 horas (hora taurina) hemos quedado para hablarnos por teléfono. Por consiguiente, ha sido una entretenida y afectiva conferencia de unos sesenta minutos, lo cual no quita para que en lo mas breve posible nos reunamos en Casa Martín en Zaragoza con Paco Ibañez, nuestro amigo en común.
Enrique, naciste en año 1948, osea tienes 75 años y, por lo que te ha dicho tu médico hoy mismo, hay Enrique para largo. ¿A qué edad comenzaste a trabajar para Cook?
A los 30 años, pero la historia es un poco complicada, te explico luego. Muy jovencito comencé a trabajar en una empresa de material hospitalario de ortopedia de Rubí (Barcelona). Al poco tiempo me pasé a otra empresa, Soplaril Hispania que vendía por toda España bolsas plásticas para esterilizar. En la empresa teníamos un armario de metacrilato que contenía rollos de catéter rector y agujas Seldinger que casualmente eran de una empresa danesa llamada Cook. El negocio era tan floreciente que transcurridos unos meses, el Sr. Bartolí, que era el dueño de la empresa, me ofreció participar en un negocio que los daneses de Cook le habían ofrecido a él. Constituimos la empresa de la que yo tenía el 49% de las acciones. Posteriormente, Cook Dinamarca se hace con el 100% de la empresa y se constituye la primera compañía europea subsidaria dependiente de Cook (Cook España) con sede en vía Augusta 2 en Barcelona. En via Augusta han trabajado hasta 43 personas. Desde ese momento hasta la actualidad, Cook ha sido mi empresa. Incluso ahora, ya jubilado, la siento igual.
¿Has sido el jefe desde el principio?
Bueno, al principio era el encargado principal y el único vendedor.
"Siempre he hecho lo que tenia que hacer. Y me siento bien conmigo mismo".
Háblanos de tu trabajo en Cook, ¿has tenido más amigos que clientes?
He tenido las dos cosas a la vez y sigo teniendo ahora, obviamente, más amigos que clientes.
¿Cuál o cuáles han sido los peores momentos en la empresa?
Los peores momentos los he pasado cuando he tenido que despedir a algún colaborador por la razón que fuere. Siempre los consideré mis amigos.
¿Tienes alguna anécdota divertida? Enrique, por un segundo, está callado y termina contándome lo siguiente:
Visité a un cliente (médico) en un hospital de Barcelona y le pregunté si necesitaba algo. El doctor tardó me mostró un catéter mugriento, seco y retorcido de unos 50 cms de longitud y me dijo con satisfacción “este ya lo he utilizado en 60 casos y va a servir para otros veinte más”.
¿Qué destacarías de tus años en Cook?
Siempre he tenido buena relación con la empresa. Me han considerado siempre, tanto que pertenecía a los 40 principales que anualmente nos reuníamos en Bloomington (Indiana) para discutir estrategias empresariales. Mis relaciones con la empresa siempre han sido cordiales a, al igual que con todos los clientes.
¿Has percibido diferentes Cook a lo largo de estos 45 años en la empresa? Desde nuestro lado como clientes es común la exclamación. ¡Cuánto ha cambiado Cook!
No, no ha cambiado tanto la política de empresa. Si que percibí un cambio importante tras la muerte de William Cook en abril del 2011. D. Guillermo sentía la compañía como su familia, su jornada en la fabrica comenzaba a las 6 de la mañana. Ahora han cambiado, como es lógico, y se han adaptado a otros modelos de empresa. El trabajo se ha centralizado, las sedes subsidiarias han desparecido en la práctica.
¿De qué te sientes más orgulloso?
Del cariño de mis amigos y colaboradores.
Llevas casi dos años jubilado, ¿te aburres? ¿Qué haces en el día a día?
Me gustan los coches de carrera. Voy a talleres mecánicos, hablo de los nuevos y viejos modelos. Alguna vez me quito el gusanillo haciendo alguna carrera para aficionados.
¿Cuál ha sido la filosofía de vida que siempre te ha guiado?
Siempre he hecho lo que tenia que hacer. Y me siento bien conmigo mismo o, mejor dicho, no me reprocho nada… o mejor casi nada.
La conferencia ya está terminada y me doy cuenta de que Enrique ha respondido a la imagen que yo y muchos teníamos de él. Buena gente, leal con su empresa y sus amigos. Puedo afirmar que en muchas actuaciones, casi todas, Enrique, ha hecho lo que tenia que hacer.