Entrevista a José García-Medina

Lugar de Nacimiento
: Murcia. 1957.
Lugar de licenciatura
: Murcia. 1982.

Doctorado: 
Universidad de Murcia. Facultad de Medicina. 1994.

Formación y trabajos anteriores: Médico rural desde 1984 hasta 1987. MIR de radiología R1 y R2 (1988,1989) en Murcia, Hospital de la Arrixaca. MIR de RxVI R3 y R4 (1990,1991) en el Hospital del Pino de Las Palmas de Gran Canaria. Adjunto de RxVI en el Complejo hospitalario Xeral-Cíes de Vigo, enero 1992- septiembre 1999. Adjunto de RxVI en el hospital de la Arrixaca de Murcia, octubre 1999 – octubre 2005. Jefe de Unidad de RxVI en el hospital Reina Sofía de Murcia, octubre de 2005 hasta la fecha. Hospitales privados: Hospital San Jaime de Torrevieja, Alicante (actualmente Hospital Quirón) desde mayo de 2001 hasta 2018. Hospital de Torrevieja-Salud 2019. Estancias con el profesor Lammer (Viena 2003), con el Dr. Turmel-Rodrigues (Paris, anuales, desde 2004 hasta la fecha) y con el Dr. Shoenfeld (New Jersey, 2011). Autor de varios libros de radiología vascular intervencionista sobre enfermedad arterial periférica (Marban 1997) y sobre acceso vascular para hemodiálisis (Diego Marín 2015, Marban 2021). Presidente fundador de la Sociedad española del acceso vascular (SEDAV). Organizador de eventos nacionales e internacionales. Invitado a numerosas mesas redondas. Autor de múltiples artículos científicos en revistas nacionales e internacionales. Corrector de revistas científicas.

Trabajo actual:
Responsable de la Unidad de RxVI del Hospital General Universitario Reina Sofía de Murcia.

Algún honor especial:
 Profesor asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia, e hijo del Dr. García Zarandieta, que fue el primer catedrático de radiología y terapéutica física y uno de los profesores fundadores de dicha Facultad. 

Dr. García Medina, es usted el presidente del XVIII Congreso SERVEI de Murcia y sabemos que la organización de este tipo de eventos conlleva bastante trabajo. Estando mayo tan cerca, ¿está usted nervioso o muy nervioso?
Para empezar, quisiera agradecer la atención del profesor Miguel Ángel de Gregorio hacia mi persona al realizarme esta entrevista para MinInvas. Y atendiendo a su pregunta, pues no, la verdad es que no estoy nervioso. Y no lo estoy por dos razones: en primer lugar porque me siento arropado por un comité científico muy colaborador y serio y por una secretaría técnica, SACMI, que me está demostrando poseer unas magníficas dotes organizativas, lo cual me proporciona una enorme tranquilidad. En segundo lugar, porque ya tengo experiencia en organizar eventos científicos; así, durante diez años, desde 2006 hasta 2016, organicé ocho jornadas internacionales del acceso vascular para hemodiálisis en Murcia, una de ellas con la SERVEI en el Mar Menor, y tres congresos internacionales en Madrid a cargo de la Sociedad española del acceso vascular (SEDAV). También, mientras fui miembro de la junta directiva de la sociedad europea del acceso vascular, la Vascular Access Society (VAS), organicé un apartado en español en los congresos de Niza 2007, Tours 2010 y Estambul 2011. También ayudé a mi buen amigo y compañero, el Dr. Moisés Casal a organizar el Congreso SERVEI en La Toja en 1999, cuya defensa de la candidatura la ejercí en persona en el anterior congreso SERVEI de Valencia de 1997, puedo decir con orgullo que he defendido dos candidaturas a congresos SERVEI, Vigo y Murcia. Pero entre todos, le tengo especial cariño a mi primer evento, un curso de doctorado sobre enfermedad arterial periférica, que organicé, desde Vigo, en 1997, en Murcia.

¿Ha preparado el congreso que usted había soñado o ha tenido presiones de algún tipo que le han obligado a prescindir de algún acto o actividad?
A tres meses vista, prácticamente está todo ultimado. Creo que el programa científico es atractivo. Estoy muy agradecido a los miembros del comité científico: cada uno de ellos se ha dedicado con rigor a preparar sus mesas redondas, quedando los temas actualizados y con un nivel alto. Las empresas han tenido también una respuesta extraordinaria y los simposios y talleres creo que van a ser muy útiles para los congresistas. El envío de trabajos se está desarrollando con fluidez y esperamos una participación muy activa de nuestros colegas, fundamentalmente de los más jóvenes. En general, me he sentido muy cómodo preparando el congreso. La junta directiva de la SERVEI me ha apoyado en todo momento y he podido trabajar con entera libertad.

¿El Congreso le llega en plena madurez profesional? ¿Es un requerimiento esencial para organizar congresos médicos?
Efectivamente. De hecho, cuando defendí la candidatura de Murcia en Sevilla, durante el congreso de 2019, una de las cosas que dije era precisamente esa, que me hacía ilusión celebrar un congreso de SERVEI en mi ciudad natal llegando a la postre de mi carrera profesional. Y sí, claro que la experiencia es un factor importante a la hora de organizar un evento como este, pero no fundamental. También los compañeros más jóvenes están perfectamente preparados para asumir el encargo de organizar un congreso de nuestra sociedad científica. Lo que sí es evidente es que, independientemente de tu edad profesional, lo importante es rodearte de un grupo humano serio y responsable que navegue en tu misma dirección.

"Me siento arropado por un comité científico muy colaborador y serio y por una secretaría técnica, SACMI, que me está demostrando poseer unas magníficas dotes organizativas".

Murcia está en la periferia, las comunicaciones pueden ser un poco complejas. ¿Qué ventajas ve usted en congresos SERVEI itinerantes por la geografía española? ¿Sería más ventajoso organizar estos eventos sólo en las ciudades grandes muy bien comunicadas?
Yo no creo que la periferia sea una circunstancia desfavorable a la hora de celebrar un congreso SERVEI. Las comunicaciones no son fáciles prácticamente para ninguna ciudad de España, salvo, claro está, para Madrid, que está en el centro de todo. Si bien es cierto que, dependiendo de la ciudad elegida, habrá zonas del país que estén mejor comunicadas que otras, tampoco las conexiones suponen un trastorno excesivo. A mí me parece que, a una sociedad científica como la nuestra, le viene bien encontrarse cada dos años en ciudades pequeñas en las que los congresistas nos podamos cruzar por sus calles y plazas, visitando atracciones culturales y disfrutando de la gastronomía local, además de, lógicamente, tener cerca los hoteles de los palacios de congresos. Yo no estoy de acuerdo en fijar permanentemente dos o tres ciudades como sedes de nuestros congresos. A mi modo de ver, tenemos que ser conscientes de nuestra realidad: no podemos pretender parecernos al CIRSE en este asunto, perderíamos ese encanto que venimos arrastrando como sociedad pequeña, aunque fuerte, desde su primera reunión en Toledo, allá por el año 1989.


¿Cuáles son para usted las ventajas del formato de los congresos SERVEI? ¿Cree que habría que cambiar ese formato?
Pues un poco al hilo de su pregunta anterior, para mí, una de las ventajas de este formato sería la mayor sensación de familiaridad, lo que favorece las relaciones amistosas entre los congresistas y la creación de recuerdos más entrañables, menos fríos que si se celebrara el congreso en una gran capital. El estar todo más cerca, los auditorios de los hoteles, de las zonas turísticas, de los bares de tapas, etcétera, proporcionan la ventaja de una mayor comodidad. Para la organización también es importante tenerlo todo agrupado en una misma zona, lo cual es más sencillo si se trata de una ciudad pequeña. Básicamente, esas son las ventajas que yo veo con este formato que viene desarrollando SERVEI desde 1988. ¿Que se podrían hacer nuestros Congresos en ciudades grandes como Madrid o Barcelona? Claro, indudablemente; pero yo creo que eso tendría más sentido para sociedades científicas más grandes, como, por ejemplo, SERAM o CIRSE. En este punto, aprovecho también para reivindicar este formato que llevamos realizando desde nuestra primera reunión porque el que, espontáneamente, un miembro de SERVEI presente la candidatura de su ciudad crea ilusión. Y también hace que se formen comités científicos más variados, lo cual favorece una mayor participación de los socios. No creo que nadie, a estas alturas, sea capaz de afirmar que de los diecisiete congresos que llevamos, incluido este de Murcia, el decimoctavo, haya habido alguno de baja calidad científica. Pero de lo que sí estoy seguro es que las experiencias humanas acumuladas en los congresos celebrados hasta ahora son motivo suficiente para defender este formato.

De los siguientes posibles objetivos de un congreso SERVEI, ¿cuál suscribiría y cual no?: Cultural, científico, económico, social, divulgativo, de amistad.

No creo que yo vaya ahora a descubrir América si digo que los dos principales objetivos para que nuestro congreso tenga éxito son el científico y el económico. Lo primero que te preocupa al emprender la tarea de organizar el congreso SERVEI es conseguir, con la ayuda del comité científico, un buen programa, con mesas redondas en las que se aborden temas de actualidad y que sirvan para conocer su estado y aprender. A continuación, seríamos hipócritas si negáramos que el segundo gran objetivo sea conseguir un beneficio económico que nos dé un colchón para poder organizar otros eventos, proporcionar becas Fellow, etcétera. Otro objetivo importante, y que la triste y reciente pandemia nos trastocó, es el reencuentro con los colegas, consolidando antiguas amistades o creando nuevas, conversando sobre temas que fortalecen el intercambio más allá de las mesas redondas del programa. Por último, el factor de aprendizaje cultural de la ciudad en la que se celebra el congreso enriquece aún más la experiencia, incluida, lógicamente, la gastronomía local.

"A una sociedad científica como la nuestra, le viene bien encontrarse cada dos años en ciudades pequeñas en las que nos podamos cruzar por sus calles y plazas, visitando atracciones culturales y disfrutando de la gastronomía local"

De todos los actos que usted ha programado ¿Cuál sería a su gusto el de mayor impacto?

Hay uno, en el que he puesto toda mi ilusión, que es el del Scape Room, una novedadcompletamente original y de la que yo no tengo información acerca de su existencia en ningún congreso nacional o internacional. Es algo que puede atraer a la gente más joven, y ojalá también a la de mayor edad. El apartado de “compartiendo experiencias” en el que podremos dilucidar el interés de los radiólogos vasculares intervencionistas en mostrar casos de sus rutinas diarias y contrastarlas con la opinión de sus colegas también es un punto del congreso que deseo que tenga éxito.

Dr. García Medina, hablemos un poco de usted y su especialidad. ¿Se siente cómodo y a gusto con su especialidad? ¿La especialidad que usted conoció hace años ha cambiado mucho? ¿Cómo ve la radiología Intervencionista actualmente?
Mi caso personal como radiólogo vascular intervencionista es un poco atípico ya que desde hace más de veinte años me hiperespecialicé en el acceso vascular para hemodiálisis, aunque durante todos los años de mi carrera también he realizado todas las técnicas existentes, con un alto grado de formación y manejo, yendo a aprender dentro y fuera de España con los mejores en cada momento, según los preceptos de una larga tradición familiar. De hecho, en Murcia, entre otras cosas, fui el primero en realizar un shunt porto cava percutáneo en el Hospital Virgen de la Arrixaca, en 1999. He disfrutado y disfruto con nuestra especialidad y no la cambiaría por ninguna otra. Por otra parte, durante todos mis años como radiólogo vascular, desde 1990 cuando comencé mi formación en Las Palmas de Gran Canaria, he podido asistir a la evolución de la RxVI y he visto los cambios que han ido produciéndose. Mi opinión es que quizás nos hemos dejado arrastrar demasiado por los avances tecnológicos y por una carrera competitiva en querer hacer más de todo en vez de concentrarnos en menos y mejor. Pero, bueno, tiene su lógica dentro de un mundo globalizado en el que la prisa es la meta principal. Quizás, si hubiéramos sido una especialidad médica independiente, habríamos ordenado mejor nuestras intenciones profesionales y estaríamos ahora más asentados.

Se debate en la actualidad las especialidades versus ACE (Área de Capacitación Especifica). Con su experiencia ¿por cuál se decantaría en la actualidad? ¿Usted cree que merece la pena luchar por una especialidad que permita a los radiólogos intervencionistas dirigir sus destinos?
Yo siempre he estado a favor de la autonomía de la RxVI con respecto a la radiología. Como hijo y nieto de radiólogos terapeutas oncológicos, viví de primera mano la separación de la radioterapia oncológica de la radiología; por eso, cuando me formé a principio de los años noventa del siglo pasado con el Dr. Maynar en Las Palmas, entendí rápidamente su discurso y no me pareció disparatado ir en esa dirección; es decir, en la de salirse de la radiología y organizar una nueva especialidad. Además, en aquellos momentos, los cirujanos vasculares y otros especialistas no se habían fijado todavía lo suficiente en las técnicas percutáneas endovasculares y no vasculares, con lo que, además de no haberlos tenido en contra, probablemente muchos se habrían enrolado en el proyecto de la nueva especialidad y hoy tendríamos fuerza suficiente. Pero, claro, dentro de los intervencionistas de aquella época había quienes se sentían radiólogos, casi de una manera místico-religiosa, y eso paralizó el empuje del proyecto. Hoy, cuando la posibilidad del ACE es defendida con mayor ahínco por sus seguidores, luchar por la especialidad es casi un acto heroico, aunque, como menciona el Eclesiastés, mientras hay vida, hay esperanza.

De los siguientes, ¿cuál cree que es el mayor enemigo de la Radiología Intervencionista: los cirujanos vasculares, los radiólogos diagnósticos, los propios radiólogos intervencionistas, otras muchas especialidades?
Uf, en el momento actual, cualquiera de ellos podría ser enemigo de la RxVI. Pero como los que más cerca tenemos son los radiólogos, y máxime cuando cada vez hay más de los autodenominados “radiólogos intervencionistas”, pues me tengo que decantar por ellos, por los radiólogos, como los que más amenazan nuestra posible y futura especialidad. De hecho, en mi opinión, si el ACE siguiera su camino, los radiólogos vasculares intervencionistas podríamos acabar diluidos, como azucarillos, dentro de los “intervencionistas” radiólogos. Amén de la posible aparición de otros especialistas que se verían tentados en aprovechar la “transversalidad” del ACE para infiltrarse y legalizar así el intrusismo.


En lo personal, ¿se siente feliz y útil en su servicio y hospital?
Rotundamente, sí. En todos los hospitales en los que he trabajado, mi lucha en cualquiera de las facetas de la RxVI ha merecido el respeto y la consideración de mis colegas de otras especialidades: siempre me han buscado, y lo siguen haciendo, para resolver los problemas que surgen y que con nuestra especialidad he sido y soy capaz de afrontar. Esta situación es gratificante, y ahora que se va acercando lentamente el final de mi carrera profesional, me estimula y me anima a continuar.

"Quizás, si hubiéramos sido una especialidad médica independiente, habríamos ordenado mejor nuestras intenciones profesionales y estaríamos ahora más asentados."

Aparte de su familia, ¿qué es lo mejor que le ha pasado en su vida?
En mi vida he tenido experiencias magníficas como haber disfrutado de la compañía de mi padre, al que admiraba; haber viajado por el mundo; haber escrito novelas y cuentos, una de mis pasiones; no sé, podría seguir pensando en muchísimas cosas más…Y, por supuesto, aunque ya se menciona en un aparte al cuestionarme la pregunta, haber conocido y vivido estos años con mi mujer Carolina y disfrutar con ella de nuestro hijo Juanjo Zarandieta, quinta generación de médico por línea paterna directa y una bellísima persona.

¿Tiene muchos amigos o pocos pero muy buenos? ¿Tiene una definición de amistad?
Realmente, si me detengo a pensarlo, me siento afortunado porque sé que tengo muchos y buenos amigos, no sólo en Murcia, sino también repartidos por medio mundo, a los que cuido y me cuidan. Desde mi escala de valores, para que alguien sea amigo tiene que cumplir unos requisitos, para mí fundamentales, tales como honradez, lealtad, apoyo desinteresado y bondad. Cumpliendo esos criterios, soy un candidato fácil para la amistad.

¿Qué le queda por hacer? Tiene su trabajo, ha escrito un libro, pero… ¿ya ha plantado un árbol?
Me queda todo por hacer: seguir viviendo con mi mujer, ver cómo mi hijo se abre camino, compartir momentos con mis amigas y amigos, viajar, leer, escribir, pasear, trabajar, disfrutar de los pequeños placeres de la vida… Y sí, también he plantado un árbol: un Drago canario que desde que siendo una semilla lo planté hace treinta y dos años lo he visto crecer y es como un hijo más.

Muchas gracias por su tiempo. Si quiere puede desear lo mejor para su congreso y para la Radiología Intervencionista.
Espero y deseo con todas mis ganas que el congreso SERVEI de Murcia 2023 sea recordado con afecto por todos y que la RxVI encuentre su camino lo antes posible.

Related Articles

LEAVE A REPLY

Please enter your comment!
Please enter your name here

Últimos artículos