¿Cómo surge la idea de Varitek? ¿A quién se le ocurrió?
Siempre hemos tenido en mente la idea de desarrollar técnicas novedosas, entre otras el tratamiento de varices. Como radiólogos dominamos el diagnóstico y como intervencionistas estamos preparados para dar una solución mínimamente invasiva a cada problema. Teníamos los ingredientes necesarios para conseguir nuestro objetivo. Comenzamos nuestra andadura en la sanidad pública consiguiendo una tasa de satisfacción muy alta entre los pacientes pero por diferentes motivos no se nos permitió continuar desarrollando nuestro trabajo. Al cabo de un tiempo fue la insistencia de algunos pacientes la que nos empujó a desarrollar nuestra actividad de forma extrahospitalaria.
El nombre de Varitek parece obvio, pero ¿tiene algún significado especial?
Queremos comunicar que tratamos las varices con una tecnología innovadora, desde la Radiología Intervencionista y de una manera integral, sin la clásica derivación desde otras especialidades. De cara al paciente deseamos transmitir la combinación de varices y tecnología.
Muchos de vosotros sois intervencionistas y conocéis el oficio ¿La clínica sólo se dedica a varices o incluye otras intervenciones?
Varitek se dedica fundamentalmente al tratamiento de varices, así que más del 95% de las intervenciones están dedicadas a la variz. Sin embargo, algunos pacientes pueden consultarnos por otras causas. Si vemos que es viable solucionar su patología mediante tratamiento intervencionista, podemos tratarles, como un quiste de Baker, hematomas, flebitis o trombosis.
¿Existe distribución de funciones en la clínica o todos hacéis de todo?
A nivel médico, los tres radiólogos intervencionistas hacemos de todo, sea cual sea el alcance de la enfermedad. En lo demás hay un equipo grande por detrás para cada función de la empresa: apoyo a nivel médico con enfermería, ATS; seguimiento con fisioterapeutas, coordinadoras para todos los aspectos relacionados con la gestión de cada paciente, marketing para asegurarnos la gestión de la marca Varitek y captar nuevos pacientes por nuestros medios, compras, preparación de nuevos centros, asesoría financiera o gerencia. Son muchos aspectos los que hay que trabajar para poder dedicarnos a donde realmente los radiólogos intervencionistas aportamos valor, el tratamiento y eliminación de varices.
¿Cuál sería el valor añadido que aportáis al tratamiento de varices?
Podemos solucionar de forma no quirúrgica cualquier patología de varices, incluidas las más difíciles y que no tienen solución con otros métodos, como úlceras o recidivas. Nuestro método incluye un seguimiento continuado, vemos a cada paciente varias veces, para dar una solución global, comprometiéndonos con el problema del paciente. Evitamos los problemas de otros tratamientos: sin dolor, poco invasivo, sin complicaciones quirúrgicas, se puede continuar haciendo vida normal, sin anestesia, sin ingreso. Y los resultados son espectaculares en todo tipo de varices, así que la satisfacción de los pacientes es muy grande.
Tenéis dedicación completa ¿La clínica está abierta todos los días?
En Varitek, cada clínica se abre en función de las necesidades. En Donostia sí abrimos todos los días, Bilbao y Vitoria son muy recientes, así que dependemos de la demanda que haya. La dedicación es total, aunque seguimos trabajando de forma reducida en la Sanidad Pública y en otros centros privados.
A nivel profesional seguro ha sido un reto. Con la perspectiva de meses/años, ¿estáis satisfechos de cómo están saliendo las cosas?
Muy satisfechos. A pesar de los riesgos que supone una aventura empresarial y creciendo en medio de la pandemia, estamos muy contentos porque queremos poner en valor la Radiología Intervencionista como una disciplina central, en este caso en el tratamiento de varices, siendo autónomos para captar pacientes sin necesidad de otras especialidades y siendo una clínica integral de radiología intervencionista para esta patología. Esperar a que vinieran los pacientes no era una estrategia.
¿Cuántos pacientes más o menos atendéis al mes/año?
La cifra va aumentando y es complicado dar una cifra exacta. Lo que es realmente importante es continuar dando la calidad que aportamos a nuestros pacientes para que ellos estén satisfechos. Entre los tres centros atendemos a más de 1.000 pacientes por año.
¿La sociedad de vuestra ciudad os ha visto con buenos ojos? ¿El feedback es bueno?
Al ser la satisfacción tan alta, vemos que Varitek cada vez tiene más reconocimiento. El boca a boca funciona muy bien y, a mayor número de personas tratadas, mayor es la conciencia de que Varitek es la solución a su problema de insuficiencia venosa crónica. Por otro lado cada vez son más los especialistas que derivan pacientes a nuestros centros al comprobar la eficacia de los tratamientos.
Hay abiertas clínicas en otras ciudades del País Vasco ¿Es una extensión de vuestra clínica en Donostia?
Sí, las hemos ido creando nosotros, a la vez que formamos y creamos un equipo, acompañándolos en todo el proceso. Nuestra prioridad innegociable es mantener la calidad y la cultura Varitek.
Es inevitable la pregunta ¿Cómo habéis sentido el impacto de vuestra clínica en otros especialistas?
Ya nos envían pacientes otras especialidades. Hay mucho paciente desahuciado con cirugías previas y recidivas al que nadie quiere tratar y nosotros sí lo hacemos, con todas las ventajas de la Radiología Intervencionista. Somos conscientes de que en algún momento dermatólogos, médicos de urgencia, médicos de familia, compañeros del hospital, enfermería, osteópatas, cirujanos plásticos, radiólogos, anestesistas, incluso cirujanos vasculares y generales, nos han referido pacientes.
¿Tenéis planes para el futuro en extender el formato de clínica o ampliar a otras intervenciones del ámbito intervencionista?
Nuestra prioridad es asentar Bilbao y Vitoria, pero en el futuro estamos abiertos a nuevos centros, siempre que seamos capaces de mantener la calidad de atención al paciente. En otras patologías del ámbito intervencionista, seguimos simultaneando actividad hospitalaria con un angiógrafo de última generación: recanalización arterial, embolización de miomas o tratamiento endovascular de la fístula de hemodiálisis. En definitiva, técnicas mínimamente invasivas que nos permiten seguir ayudando a los pacientes a mejorar su calidad de vida.