Dr. Lopez, comencemos por el princi- pio, ¿nos podría contar un poco mas de su historiay su familia allá en México?
Nací en la ciudad de México en 1970. Mis padres tambien tuvieron formación en ciencias relacionadas a la salud: mi padre fue médico, experto en enfermedades micológicas, y mi madre fue química, encargada de un laboratorio de análisis clinicos. Ambos estudiaron parte de sus carreras en Francia, por lo que quizá de allí nació mi interés de hacer lo mismo. Sin embargo, en lugar de terminar en Espana o Francia como lo hacen muchos colegas mexicanos cuando vienen a Europa, yo me decanté por algo menos común: Alemania. Y allí no se me reconoció, por lo que debí hacer la carrera de Medicina y la especialidad en Radiologia de nuevo. Estados Unidos nunca fué una opción para mí, porque siempre pensé que la educación en el extranjero debía ser completa: obtener los conocimientos científicos que se buscan y al mismo tiempo educarse culturalmente. En aquel momento creo que a Estados unidos le faltaba mucho la parte cultural. El camino fué largo pero ha valido la pena. Actualmente vivo y trabajo en Suiza.
¿Esta casado?
Todavía no nos casamos. Mi mujer dice que tengo alergia al casamiento. Ella se llama Leticia y es de Brasil. Estamos juntos desde hace 18 años. Tenemos dos hijos increíbles: Inda y Lino. Una nació en Alemania, el otro en Suiza. En casa ya no sabemos de donde somos y decimos que somos “ciudadanos del mundo”.
¿Dónde realizó la especialidad?, ¿cuál fue la razón que le llevo a España?
Realizé mi especialidad en México por primera vez en el Instituto Nacional de Nutrición en Ciudad de México en 1997 y en la Universidad de Heidelberg en el sur de Alemania en 2009. La puerta de entrada a Europa me la abrió el Prof. Manuel Maynar en Tenerife, siendo uno de sus primeros Fellows. Yo iba a realizar un Fellowship en Intervencionismo por 3 años y no imaginaba que durante ese tiempo conocería al inventor del TIPSS, El Prof. Richter. Él me daría la oportunidad para mudarme a Alemania y asi lo hice.
¿Cuantos años permaneció en España? ¿Se sintió feliz?
Tenerife fué felicidad pura en todos los aspectos: trabajo a manos llenas, nuevos y buenos colegas, “chingo de novias” (como decimos los mexicanos), pacientes agradecidos, buenas fiestas, paisajes impresionantes, etc.
¿Cómo fue la experiencia laboral allí?
Había que trabajar muchísimo. Como era un centro de intervención nuevo, mi primer trabajo (no miento) fué sacar de las cajas todos los libros del Prof. Maynar y ponerles sellos a cada uno, acomodándolos en su librería correspondiente. Me queria morir cuando me pusieron a hacer eso. Después evolucioné y tuve el “honor” de hacer todas las compresiones durante 12 horas al día, el resto del tiempo redactaba los reportes: tambien me queria suicidar. Cuando Maynar no estaba, era cuando hacíamos de todo y éramos los encargados del hospital. La ventaja de estar en una isla era que teníamos que hacer de todo si o si. No había posibilidad de transferir a un enfermo. Eramos médicos intervencionistas completísimos. Pero lo mas difícil de todo fue convivir, comprender y aguantar al Prof. Maynar, quien lo conozca, sabrá de lo que hablo. Un maestro en todos los aspectos y una gran persona. Parece un salvaje pero es de lo mas culto que existe y un increíble padre académico.
¿Cuantos años permaneció en España?
Permanecí casi los tres años del programa de Fellowship y después marché para Alemania. Sin embargo, volví cada año a trabajar con el equipo de Tenerife: a enseñar nuevas técnicas (SIRT) o apoyar en cursos (ACAVA, etc).
¿Qué había en Alemania que le atrajo tanto?
Quizá la culpa de todo esto también la tenga en parte mi hermano y amigo Tobías Zander, quien llegó a Tenerife un año después de mi llegada y venía desde Heidelberg. Tobías tiene una inteligencia innata, pero además estaba muy bien preparado y eso despertó mi curiosidad. Cuando yo conocí a su Jefe, el Prof. Richter, en un simposium en Madrid y le pregunté si sería posible ir a aprender algunas cosas con él. Mi plan era unicamente estar allí por unos meses. El día que marché de Canarias a Alemania salí una mañana de Tenerife a +31 ° y cuando llegue al aeropuerto de Stuttgart, habían -9°. Cuando llegué a Alemania, solo sabía decir mi nombre y pedir una cerveza. Desde el inicio todo eran retos: otro idioma, sin casa, sin salario, sin amigos. Sentía que no tenía futuro y, por tanto, tampoco tenía nada que perder. Así que qué mas daba: ¡a vivir la experiencia! El primer día en el hospital de la universidad de Heidelberg todos me recibieron bien y me dijeron que no habría problema. Todos me hablaban inglés y me trataban de integrar y yo pensaba que así sería siempre. Pero después ya no fue tan fácil.
" Me decanté por algo menos común: Alemania. Y allí no se me reconoció, por lo que debí hacer la carrera de Medicina y la especialidad en Radiologia de nuevo. ".
Me pusieron a trabajar directamente con enfermos porque me veían muy bien capacitado y a ellos les faltaba gente (como Tobías que se había ido). Ellos hablaban con el paciente y yo hacía la intervención; total, el enfermo solo veía una persona con cubrebocas y no se enteraba. Pero salía bien. Después, me tuve que inscribir a la universidad por que no podía seguir mas como médico invitado (Gastarzt) y así arranco toda la locura sin planearlo: repetí Medicína, Radiología, Doctorado en Medicina, etc. El Prof. Richter fué mi mentor por 10 años. Aprendí prácticamente todo con él, y lo que ya sabía lo refiné. Me inculcó la academia en el intervencionismo. Escribimos juntos muchas publicaciones. Me enseñó a hacer experimentos en animales, a hablar un mejor alemán, a convivir con grandes intervencionistas europeos, etc. El punto máximo de mi etapa educativa en Europa llegó cuando gané un primer premio en el CIRSE del 2005. Al recibír el reconocimiento, estaba sentado con mis dos mentores, uno a cada lado de mi y no sabía a cuál de los dos agradecerle más. Me siento privilegiado por tener dos grandes padres academicos: Maynar y Richter y, por si fuera poco, un tío academico al que admiro enormemente: Willifrido Castañeda.
Y finalmente se pasa a Suiza
Así es. Me fui a Suiza cuando Alemania ya no funcionaba más para mí. Como yo formaba parte de la sociedad de Intervencionismo de Alemania, y ellos realizan un congreso anual (IROS) de las sociedades de habla alemana (Alemania, Austria y Suiza), durante uno de estos congresos conocí al Prof. Joachim Kettenbach. Otro ser humano increíble que me invitó a formar parte de su equipo de trabajo en Berna, Suiza. Me fui sin pensarlo de un día al otro. Los suizos no son NADA parecidos a los alemanes. El suizo es perfeccionista tal, todo es organización, disciplina, educación, etc. Una gran cultura. Me sorprendió mucho ver como los suizos discriminan a los alemanes que son bastante mas extrovertidos. Donde trabajo actualmente, en Solothurn, al igual que en los otros centros suizos donde he trabajado, todo es impecable, casi rayando en lo perfecto. El idioma suizo-alemán, nada tiene que
ver con el alemán de Alemania. Es como si fuera otro idioma. La ventaja es que aquí hablan otras tres lenguas: el francés, el italiano y el retroromano. Así que también he tenido que aprender un poco de ellos, por aquello de la riqueza cultural. En Suiza se vive, se come, se bebe y se trabaja bien (y mucho) y es hermoso como en las fotos. Vivo en Lucerna que es una de las ciudades más bellas de Suiza. Los colegas que han venido a visitarme lo han comprobado. Nadie se ha salvado de ver lo hermoso que es este lugar con un buen vino, un buen queso y un buen churrasco en mi casa.
¿Qué procedimientos realiza con más frecuencia?
En estos años en Europa he realizado practicamente de todo. Dependiendo del centro, unas intervenciones más que otras, pero siempre a la vanguardia; desde lo que nadie quiere hacer, pero que yo considero que es lo que distingue a los intervencionistas con más capacidad (drenar abscesos, infiltraciones), hasta cosas complejas como ablaciones, trombectomía pulmonar, trombectomía cerebral, SIRT, TIPSS, emergencias, uro, gine, etc. También sigo haciendo algo de investigación y educando ahora a mis Fellows como me lo enseñaron mis maestros.
¿Cómo ve la Radiología Intervencionista (RI) en Alemania y en Suiza?
Antes la brecha en intervencionismo era más amplia. Hoy se ha reducido. Ni siquiera me atrevo a decir que América Latina esté muy por detrás de Europa. Pienso que se puede hacer intervencionismo de nivel en cualquier lugar donde tengamos la combinación de estos tres factores:
- Un buen Intervencionista con un equipo dispuesto a trabajar y a hacer cosas innovadoras.
- El apoyo económico suficiente del hospital o de la universidad.
- La constancia de seguir trabajando y creyendo en el intervencionismo como una especialidad clínica.
¿En qué se parecen y cuáles son sus diferencias?
Hay un chiste que dice que iban un Español, un Alemán y un Suizo en un avión que se iba a estrellar: Al final el Avión no se estrelló por que cada uno actuó con su propia idiosincrasia: El Español, no tan organizado, batalló más para organizar sus pensamientos y lograr estabilizar el avión. Gritaba un poco como buen español y no se concentraba porque la noche anterior se había ido de cervezas y cenó un buen jamón, con lo que tenía al menos un motivo para celebrar si salía vivo. El Alemán sabía pilotar aviones desde niño porque en la escuela hasta eso le enseñaron. Y aunque no supiera pilotarlo, iba a decir que sí sabía. Y el suizo, ese no tuvo problema alguno, ya que era el dueño del avión. Más o menos así se mueve el intervencionismo por acá…
¿Es mejor la RI europea o la norteamericana?
Mi opinión es que Europa va un poco por delante de EEUU en general. Partiendo que los padres del intervencionismo (Seldinger, Grünzig, Amplatz) fueron europeos, podemos decir que la tendencia es así. La mayoría de los conceptos salen de Europa y con el apoyo ecómico florecen en EEUU. El mejor congreso de intervencionismo es el CIRSE sin lugar a dudas. Y finalmente, algo que siempre he dicho: el aspecto cultural y humano de las culturas europeas es el plus que hace que, en mi opinión, Europa vaya a la vanguardia. No olvidemos que, al fin y al cabo, Europa esta formada por 50 países y Estados Unidos es solamente uno muy grande. Sin embargo, nunca negaré que hay grandes maestros intervencionistas en EEUU que sobrepasan lo convencional (Dotter, Castañeda, Ferral, Behrens).
"Europa va un poco por delante de EEUU en general. Partiendo que los padres del intervencionismo (Seldinger, Grünzig, Amplatz) fueron europeos, podemos decir que la tendencia es así. ".
Llevas muchos años trabajando con SIDI (Sociedad Iberoamericana de Intervencionismo), ¿podría hacer un análisis FODA de la Sociedad?
Fortalezas: La multiculturalidad de sus miembros y el caracter invencible e innovador de los latinoamericanos.
Oportunidades: Todas. Siempre y cuando cambiemos el chip de que SIDI no es una sociedad de congreso anual y chorcha, si no una sociedad educativa en crecimiento.
Debilidades: La falta de compromiso colectivo y la incredulidad de que es posible hacer algo relevante con SIDI.
¿Amenazas?: Que SIDI no se fortalezca por pensar que las otras sociedades (CIRSE/SÌR) son superiores. SIDI es nuestra sociedad nos guste o no. Podemos aceptar que no estamos al mismo nivel, pero no podemos dar por ello todo por perdido. Cada uno de nosotros debería de colaborar para mejorarla año con año. Al fin y al cabo, al hacer esto, impactamos directamente en la superación del intevencionismo en Iberoamérica, e indirectamente en el desarrollo de la salud de nuestros países latinos.
¿Cuál cree que el principal problema de la RI en América Latina?
Tiene varios porblemas. Primero, los apoyos económicos a los médicos no son comparables con EEUU o algunos países europeos. Segundo, muchos de los materiales empleados en intervencionismo están en manos de provedores y no directamente vienen de las casas comerciales. Esto encarece todavía más una intervención y los materiales a veces son más difíciles de encontrar. Los enfermos a veces optan por otras opciones más económicas porque ellos pagan muchas veces de sus propios bolsillos.
¿Qué piensa de la amistad? ¿Tiene muchos amigos?
Pienso que la amistad es lo más maravilloso en esta vida. No sé si los amigos que tengo son muchos o pocos, pero lo que sí se es que los que tengo son maravillosos seres humanos. Encontrarnos es sinónimo de felicidad pura y sincera: risas, llantos, consejos, bromas… Me sucede cada año durante la primera noche del SIDI, cuando uno a uno van llegando los amigos… no hay palabras para describir ese momento.
Muchas gracias por sus palabras y por dedicarnos tu valioso tiempo.
Mi admiración más sincera a tí, Miguel Ángel, por todos tus esfuerzos para con SIDI, para con la radiología intervencionista y por tu invaluable amistad. Eres un ejemplo a seguir y conocerte más a fondo hace que mi admiración hacia tí y tu familia crezca aún más. Como médico, tienes todo lo que los grandes genios del Intervencionismo llevan dentro, y como persona, llevas dentro de tí todo lo que a los hombres bondadosos les hace ser los seres mas valiosos. ¡Gracias mi grán amigo Miguel Ángel!