A Germán Asensio Aracil

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Mi maestro y amigo

Hace pocas semana falleció nuestro amigo Germán, muy conocido por la mayoría de los miembros de la Sociedad de Radiología Vascular e Intervencionista (SERVEI) y sobre todo por muchos de nosotros del mundo comercial sanitario, conocido como el “rubio”. Lo conocí hacia los finales de los años setenta y compartimos mucho en este sector. Ahora, los años y la enfermedad le había retirado a medias, ya que German era uno de esos hombres dispuesto a morir con la “botas puestas”.

Desarrollé mi carrera profesional con él, en una época en la que con médicos especialistas pioneros, ellos mismos se fabricaban los catéteres de una forma artesanal con bobinas de poliuretano, preformando las puntas y la configuración del catéter con artilugios y con vapor producido por viejas cafeteras. El material se limpiaba y aseptizaba todos los días para realizarlos una y otra vez.

Ya desde joven mostró su gran capacidad y talento para hacer negocios. Se entrenaba con los chinos.

¡Eran otros tiempos heroicos!

Germán, de carácter abierto, locuaz, listo, buen comunicador y dotado de un buen instinto para identificar las nuevas tecnologías y los nuevos retos de esta nueva especialidad médica. Germán era infatigable, apoyó, junto con otros colegas comerciales (Enrique Clúa entre otros) las reuniones y Congresos y supo contribuir al desarrollo de esa nueva especialidad escuchando y ayudando a desarrollar las ideas y las sugerencias de los médicos más antiguos y expertos. De alguna manera, Germán y otros mayores de la empresa se pueden considerar cofundadores de la SERVEI.

Precisamente, hablando con Clua, recordábamos como Germán y él fueron promotores de separar el fungible médico intervencionista de la alta tecnología de imagen radiológica en el congreso nacional de SERAM celebrado en el Hotel de los Lebreros de Sevilla. No soy capaz de ofrecer una imagen de Germán basada en el esterotipo de un hombre serio y diplomático, nada mas lejos de la realidad. Creo que todos los que le conocimos teníamos algo sobre él “ no era diplomático, lo que tenia que decir, lo hacia a la cara, No callaba pero siempre cuando criticaba, lo hacía con cordialidad, con una sonrisa, a veces sarcástica, buscando posiciones claras y prácticas”.

Germán Asensio, junto con otras gentes de la industria, en algún momento debían haber sido reconocidos por la SERVEI como benefactores, impulsores de la SERVEI actual. Se lo merecían y se lo merecen.

Esta gente de la industria ha venido trabajando codo con codo, con las sucesivas directivas y los médicos especialistas para alcanzar los objetivos de una sociedad científica como es SERVEI. Él estaba orgulloso de haber caminado los primeros pasos de la SERVEI y creo que nos anima a todos a seguir trabajando para crecer y desarrollar este objetivo que es la Radiología Vascular e Intervencionista.

¡Descansa en paz maestro y amigo!

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